Reverdecer el sistema financiero es el primer paso para facilitar que las inversiones se dirijan hacia la dirección correcta y contribuyan a lograr el objetivo de la neutralidad climática.
El texto no excluye ni incluye en la lista negra ninguna tecnología o sector específico de las actividades ecológicas, a excepción de los combustibles fósiles sólidos —como el carbón o el lignito— que sí quedan excluidos. Sin embargo, el gas y la producción de energía nuclear no están explícitamente excluidos de la regulación. Estas actividades pueden etiquetarse como una actividad habilitadora o de transición en pleno respeto del principio de «que no realizan un daño significativo».
Los criterios de la taxonomía también deben garantizar que las actividades de transición necesarias para lograr que nuestra economía sea climáticamente neutral, pero que son incompatibles con la neutralidad climática, deben tener niveles de emisiones de gases de efecto invernadero correspondientes al mejor desempeño en el sector o la industria. Las actividades de transición no deberían obstaculizar el desarrollo de actividades bajas en carbono ni contribuir a los efectos de bloqueo intensivos en carbono, dice el texto.
Se aplicará una regla similar a las actividades que permiten directamente a un sector mejorar su desempeño ambiental (como la fabricación de turbinas eólicas para la generación de electricidad).
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