El cambio climático y la degradación de la naturaleza son fuentes de cambios estructurales que afectan a la actividad económica y, a su vez, al sistema financiero. Con el objetivo de ofrecer una perspectiva sobre el grado de conocimiento que tienen las organizaciones españolas sobre los riesgos financieros relacionados con el clima y la naturaleza, los integrantes del Comité Técnico 6 de Conama 2020 han elaborado una consulta que estará abierta hasta el 15 de marzo de 2021 que trata estos asuntos tan cruciales para avanzar hacia una recuperación verde.
Se considera generalmente que los riesgos relacionados con el clima y la naturaleza comprenden dos factores principales de riesgo:
El riesgo físico hace referencia al impacto financiero de un clima cambiante, incluidos fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes y cambios graduales en el clima, así como la degradación medioambiental, como la contaminación del aire, el agua y la tierra, la pérdida de biodiversidad, la deforestación y las tensiones hídricas.
El riesgo de transición se refiere a las pérdidas financieras de una entidad que pueden ser consecuencia directa o indirecta del proceso de ajuste a una economía más baja en carbono y más sostenible desde el punto de vista medioambiental. Esto puede derivarse de la adopción relativamente brusca de políticas medioambientales, avances tecnológicos o cambios en el clima del mercado y en las preferencias, entre otras causas.
Los factores de riesgo físico y de transición afectan a las actividades económicas, que a su vez repercuten en el sistema financiero. Así, estos riesgos influyen también en la capacidad de resistencia de los modelos empresariales a medio y largo plazo, principalmente a las entidades con modelos de negocio basados en sectores y mercados particularmente vulnerables a los riesgos relacionados con el clima y la naturaleza.
Adicionalmente, los riesgos físicos y de transición pueden desencadenar nuevos perjuicios directa o indirectamente derivados de reclamaciones legales («riesgo de litigio o de responsabilidad») y pérdida de reputación si el público, las entidades de contrapartida o los inversores asocian a la entidad con efectos medioambientales adversos («riesgo reputacional»).
Reconducir los modelos de negocio y los flujos de capital hacia actividades que sean favorables con la naturaleza, en lugar de que la dañen es imprescindible para lograr una transición ordenada hacia una economía más sostenible y un sistema financiero resiliente en el contexto de un clima cambiante y de creciente degradación de la biodiversidad y los ecosistemas.
Para ello, es imprescindible que los actores económicos conozcan con precisión los riesgos climáticos y ambientales a los que están expuestos. Subestimar estos riesgos conduce a la asignación inadecuada de recursos financieros a actividades contaminantes o con alto contenido de carbono, lo que no solo exacerba los efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el deterioro de los ecosistemas, sino que amenaza la propia continuidad del sector empresarial y financiero y la estabilidad financiera.
¿Qué nivel de conocimiento tienen las empresas y entidades financieras españolas sobre estos riesgos? ¿Qué complicaciones encuentran a la hora de identificarlos, medirlos, gestionarlos y comunicarlos? ¿Qué soluciones existen a estos problemas? ¿Qué obstáculos hallan a la hora de actuar de impulsores de acciones que favorezcan la adaptación al cambio climático y refuercen la resiliencia social?
Participa hasta al 15 de marzo de 2021 en la consulta que hemos lanzado desde el Comité Técnico 6 de Conama 2020 sobre «El futuro de los riesgos climáticos y relacionados con la naturaleza y su impacto financiero». Las respuestas recibidas servirán para elaborar un documento que será presentado durante la 15.ª edición del Congreso Nacional del Medio Ambiente en abril de 2021. El documento recogerá una perspectiva sobre la situación de las organizaciones españolas en estas materias y un compendio de iniciativas, metodologías, herramientas, problemas y soluciones, y oportunidades asociadas con la adecuada gestión de los riesgos financieros relacionados con el clima y la naturaleza.
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