Soluciones de impulso a la transición ecológica y freno al cambio climático: Liderazgo, ambición, multilateralismo, justicia social

Evento de alto nivel transición ecológica, ODS, cambio climático
Evento de alto nivel transición ecológica, ODS, cambio climático

Imagen: Fundación Biodiversidad

Evitar el fracaso en la lucha contra el cambio climático pasa necesariamente por un mayor liderazgo y ambición a todas las escalas; facilitar la equidad y la justicia social; impulsar el entendimiento de la ciudadanía, así como su movilización y la de las empresas para favorecer el cambio de hábitos y modelos; mayor cooperación internacional y abordar adecuadamente la complejidad de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.

 

Así lo destacaron líderes, economistas y expertos en cambio climático y desarrollo sostenible de diversos organismos e instituciones internacionales, responsables públicos y expertos sociales que participaron en un evento de alto nivel sobre cambio climático y transición ecológica organizado por el Ministerio para la Transición Ecológica el 17 y 18 de enero.

El giro que ha dado el panorama internacional desde la firma del Acuerdo de París en 2015 es claro. Sin embargo, la agenda global adolece de falta de liderazgo, acciones claras y ambiciosas para lograr que todas las naciones avancen en la misma dirección hacia el propósito común de lograr frenar que la temperatura media de la tierra aumente por encima de los 1,5 ºC acordados.

 

El liderazgo que antes tenía Estados Unidos se ha desvanecido con la era Trump, al que denominó «psicópata» por empeñarse en el negacionismo ante el cambio climático y el giro radical que ha dado a sus políticas desde su llegada a la Casa Blanca.

Los objetivos están claros, «los conocemos, pero tenemos muy poco tiempo: solo 30 años para dejar los combustibles fósiles. Esto es factible, pero no tenemos un gran plan global para llevarlo a cabo, ni líderes que guíen», se lamentó.

Conocemos los objetivos para avanzar en la transición hacia una economía descarbonizada, pero tenemos muy poco tiempo: solo 30 años para dejar los combustibles fósiles. Esto es factible, pero no tenemos un gran plan global para llevarlo a cabo, ni líderes que guíen❞

Cambio de modelo y transición justa

El también profesor de Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia (EE. UU.) puso el acento en la necesidad de combinar la apuesta por una transición y que esta sea justa, lo que en la arena geopolítica global no se ha avanzado apenas en los últimos 3 años. Además, aseguró que «es necesario combinar el cambio de modelo con una transición justa y que los grandes multimillonarios deben construir más».

 

En cuanto a España, se felicitó porque, «tras una década de parón, ha regresado a la transformación verde y la está liderando». Asimismo, conminó a los gobiernos a que alineen las señales del mercado de forma clara con las realidades sociales para involucrar a las empresas en el impulso de la transición. «Las medidas necesarias no siempre son rentables al principio, pero está claro que es necesario moverse y que cuanto antes, mejor».

Las personas como agentes del cambio

Laurence Tubiana, artífice clave del Acuerdo de París y CEO de European Climate Foundation, explicó que hay países que tiene muy clara la senda hacia la deseada transición, como el caso de China. El gigante asiático «ya está exigiendo a compañías del sector del petróleo, el gas y la industria grandes transformaciones de sus negocios para favorecer el avance en transición, y da apoyo y favorece involucración del sector financiero. Esto también está empezando a pasar en Europa».

 

Según Tubiana, China sabe que no puede ganar la batalla automovilística actual, por lo que ha apostado por el vehículo eléctrico. «Europa no puede esperar cinco años a que sus empresas apuesten por la movilidad eléctrica frente a los combustibles fósiles».

 

Otra referencia es Canadá. Varias provincias canadienses han subido impuestos a los combustibles fósiles en su preparación a la transición ecológica, pero, al mismo tiempo, aportan más beneficios sociales en otros ámbitos. Este modelo funciona. «Hay que considerar a las personas como agentes del cambio, explicarles bien su importe papel en esta transición; y, además, debemos colocar la justicia social como la condición primordial del cambio», explicó.

Conocimiento, liderazgo y ambición

Cristina Gallach, alta comisionada para la Agenda 2030 del Gobierno de España, destacó tres elementos fundamentales para la puesta en marcha de la Agenda 2030: conocimiento, liderazgo y movilización. Asimismo, hizo un llamamiento a la movilización de todos los sectores para concienciar sobre la Agenda 2030, una agenda muy compleja en la que cada individuo y colectivo puede hacer gestos para contribuir a su cumplimiento.

 

Tal y como avanzó Gallach, desde junio de 2018, de todas las medidas adoptadas en el Consejo Ministros, 110 abrazan los Objetivos del Desarrollo Sostenible, y estas impactan en 60 de las 169 metas de la Agenda 2030. «El Gobierno trabaja a velocidad de crucero para cumplir» con esta agenda de desarrollo sostenible y progreso justo para que impregne todas las áreas del Ejecutivo. Para ello, ha incidido en que es vital tejer alianzas, movilizar a todos los actores de la sociedad y crear conciencia.

Trabajar en el diagnóstico sobre lo que hay que cambiar e ir construyendo soluciones colectivas y sólidas que acompañen a los más vulnerables también es vital para la ministra. Además, «debemos facilitar el entendimiento sobre por qué tenemos que hacer las cosas, por qué hemos de hacerlas muy rápidamente, y por qué el cambio hacia el que avanzamos brinda oportunidades, progreso y empleo».

En su intervención, también afirmó que hay que ser ambiciosos y asumir responsabilidades en materia climática. Esto requiere reorientar políticas de infraestructuras, energía, agua, industria, etc., y el plazo que tenemos se acorta cada día.

Al ser preguntada por la nueva Ley de transición energética y cambio climático, aseguró que se hará pública «enseguida».

Debemos facilitar el entendimiento sobre por qué tenemos que hacer las cosas, por qué hemos de hacerlas muy rápidamente, y por qué el cambio hacia el que avanzamos brinda oportunidades, progreso y empleo

Por su parte, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se refirió al último informe sobre Riesgos Globales 2019 del Fondo Económico Mundial, lanzado hace solo unos días, en el que el cambio climático continúa como líder de los riesgos a escala mundial.

 

Respecto a la necesaria transición, dijo contundente que «probablemente, lo más grave, dañino, peligroso, injusto y disruptivo es no hacer caso a lo que sabemos que ocurre. No existen manuales de instrucciones sobre cómo hacer la transición, lo que requiere un debate abierto entre todos. Hay que repensar instrumentos existentes, ensayar nuevos y favorecer liderazgo en todos los ámbitos, sectores y niveles».

 

Señalas claras de los gobiernos a las empresas

Helen Clark, exprimera ministra de Nueva Zelanda, remarcó que el ciudadano debe demandar a los gobiernos que actúen y se refirió a los más vulnerables ante los efectos del cambio climático: «En la actualidad, 1800 millones de personas viven en condiciones de fragilidad, y esta cifra irá en aumento. No podemos alcanzar los ODS sin la solidaridad y el apoyo internacional». Según la exadministradora del PNUMA, «las herramientas de financiación están ahí. Es preciso apoyar a los países en vías de desarrollo en este proceso».

 

Por otra parte, añadió que es vital que los gobiernos den señales claras para que el sector privado se involucre. «Aunque no les gusten, una señal es mejor que la incertidumbre», dijo.

 

Manuel Pulgar, exministro de Medio Ambiente de Perú y responsable de Energía y Clima de WWF Internacional, se mostró de acuerdo con este mensaje de la experta neozelandesa y aseguró convencido de que «hay cambios que son deseados, pero otros que son inevitables y ante los que no debemos resistirnos, sino anticiparnos. La salida del carbón es un claro ejemplo», apuntó. Ante esto, «requerimos un sector financiero que no ponga un euro más en carbón; que no promueva la no-sostenibilidad». «Necesitamos mecanismos que generen incentivos para que las finanzas apoyen el cambio de conductas. No tiene sentido que se sigan apoyando subsidios a los combustible fósiles».

Poner en valor el capital natural de España

En la clausura del primer día de la cita de alto nivel, Nadia Calviño, ministra de Economía y Empresa, incidió en que «hay que poner en valor nuestro capital natural, porque es uno de los activos económicos más importantes de España». Además, avanzó que están trabajando en una agenda del cambio que tiene en la transición ecológica uno de los pilares para sentar las bases de un crecimiento sostenible desde el punto de vista financiero, social y medioambiental.

 

La titular de Economía recomendó que hay fijarse en los elementos que pueden ser tractores del proceso de cambio, como la movilidad sostenible, la vivienda, las infraestructuras o la energía. Y se mostró partidaria de aprovechar que, dado que «España es uno de los países donde existe una mayor preocupación por los temas medioambientales, pongamos en marcha las reformas de calado necesarias para avanzar en el camino hacia una transición ecológica». «De nuestra ambición dependerá tener un planeta más limpio para las generaciones futuras».

Hay que poner en valor nuestro capital natural, porque es uno de los activos económicos más importantes de España

Multilateralismo inclusivo

Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), inició su participación en la cita destacando que la COP24 de Katowice (Polonia) ha sido un éxito porque concluyó con un pacto que permitirá la ejecución del Acuerdo de París; y, en segundo lugar, porque puso de manifiesto que es a través del multilateralismo como se pueden resolver los grandes problemas mundiales.

 

La responsable de la CMNUCC abogó por un multilateralismo inclusivo, en el que, aunque los gobiernos tienen unas responsabilidades fundamentales, «no son los únicos que tienen que asumir obligaciones, y esto es importante para que la transición sea justa y tenga en cuenta a todos los actores».

 

Espinosa prevé que algunas soluciones para poner en marcha la agenda de la transición ecológica vendrán de la creatividad de los actores no gubernamentales, «la universidad es un actor clave para ello», apuntó.

 

En cuanto al siempre espinoso tema de la financiación, defendió que «en todas las tomas de decisiones de los gobiernos, nacionales o locales deberían tener en cuenta de qué manera afecta una acción al cambio climático». Con esta perspectiva, cualquier financiación tendrá integrados los aspectos climáticos.

 

Ante su visión de 2030, se mostró optimista y partidaria de «alimentarnos más de las múltiples historias de éxito que hay en diferentes regiones del mundo. Sí se puede, sí es posible. Debemos buscar cómo seguir inspirando para el cambio».

Ser responsable es ser rentable

Nicholas Stern, director del Grantham Research Institute on Climate Change and the Environment de la London School of Economics, avanzó que «la transición hacia una economía cero en carbono es la gran historia de nuestro siglo. No debemos volver a usar tecnologías del siglo XX de forma indiscriminada, sino saber cómo aplicarlas e innovar para encontrar soluciones sostenibles». «Ser responsable es rentable», aseguró rotundo.

 

La transición hacia una economía cero en carbono va a generar 16 millones de nuevos puestos de trabajo netos, pero estos demandarán nuevas habilidades, vaticinó el economista británico. «El rediseño de las ciudades traerá oportunidades de empleo», siguió, y defendió que, a partir de 2025, no puede haber coches contaminantes en las ciudades».

 

Si se atiende a los análisis macro, a la evolución de las ciudades o el avance de la tecnología, queda claro que una economía de carbono cero será el modelo de crecimiento del siglo XX. Lograr una economía descarbonizada requiere tomar decisiones adecuadas en materia de precios, impuestos y subsidios; regulación; dejar de vender motores de combustión interna; claridad y consistencia en las políticas públicas, añadió Stern.

Lograr una economía descarbonizada requiere tomar decisiones adecuadas en materia de precios, impuestos y subsidios; regulación; dejar de vender motores de combustión interna; claridad y consistencia en las políticas públicas

Nicholas Stern_Transición Ecológica_cambio climático_ODS

El Plan de Energía y Clima 2012-2030 movilizará 235 000 MEUR

Pedro Sánchez, presidente de España, clausuró la jornada de alto nivel avanzando que el Plan de Energía y Clima 2021-2030 de España movilizará 235 000 MEUR.

«Se trata de medidas concretas, reales, contables y efectivas», cuyo logro dependerá de una agenda integral, con objetivos claros en toda la acción de gobierno en la que se está trabajando y bajo la premisa de que la transición ecológica «sea socialmente justa» y que «no deje desprotegido a nadie».

 

Sánchez se refirió a algunas de las medidas ya adoptadas por su gobierno para lograr una transición justa, como la aprobada para controlar la subida del precio de la electricidad y ofrecer cobertura a los ciudadanos en situación más vulnerable. Además, recordó la eliminación de barreras regulatorias, como el impuesto al sol, el reconocimiento legal del autoconsumo compartido, y el impulso de la movilidad sostenible.

 

«Debemos poner la ecología en el centro del futuro. Somos la primera generación que está padeciendo los efectos del cambio climático y la última que tiene poder para detenerlo. No tenemos tiempo para titubear. Es ahora o nunca», concluyó el presidente del Ejecutivo español en su discurso.

Imagen: Ministerio para la Transición Ecológica

Debemos poner la ecología en el centro del futuro. Somos la primera generación que está padeciendo los efectos del cambio climático y la última que tiene poder para detenerlo. No tenemos tiempo para titubear. Es ahora o nunca

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