Nueva guía del sector agrícola para ayudar a las instituciones financieras a evaluar los riesgos asociados al capital natural

El sector agrícola es uno de los sectores más expuestos al riesgo ambiental causado por el cambio climático y la degradación humana de los ecosistemas. La Natural Capital Finance Alliance (NCFA —Alianza Financiera del Capital Natural—) ha elaborado una guía que permite a las instituciones financieras realizar evaluaciones de riesgo de crédito de capital natural en diferentes sectores agrícolas y países, teniendo en cuenta factores como la disponibilidad, el uso y la calidad del agua; la salud del suelo; la biodiversidad; el uso de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero.

 

Se trata de Natural Capital Credit Risk Assessment in Agriculture Lending (Evaluación de los riesgos asociados al capital natural en el crédito agrícola). El documento es consistente con el estándar internacional de referencia para incluir el capital natural en la toma de decisiones del sector empresarial, el Protocolo de Capital Natural. Además, complementa la herramienta ENCORE — también desarrollada por los expertos de NCFA—, que guía paso a paso a los bancos a la hora de incorporar el capital natural en sus procesos de gestión de riesgos.

 

El enfoque ha sido desarrollado por el doctor Francisco Ascui (profesor titular de Empresas y Cambio Climático en la Escuela de Negocios de la Universidad de Edimburgo), Theodor Cojoianu (Marie Curie y miembro del IRC en la Escuela de Negocios Michael Smurfit Graduate, University College Dublin), en respuesta a la creciente demanda por disponer de mejores marcos para evaluar los riesgos de capital natural en sectores clave de la economía.

 

Un medioambiente saludable es la mejor base para la prosperidad económica, la salud humana y el bienestar. La producción de alimentos ya utiliza el 50 % del total de las tierras habitables del mundo, y para 2050 alimentar adecuadamente a 10 000 millones de personas requerirá un aumento adicional de un 50 % en la producción de alimentos.

 

La degradación de la tierra y la desertificación han aumentado, y la degradación de la tierra afecta aproximadamente al 29 % de la superficie mundial, donde residen unos 3200 millones de personas. La agricultura es, por lo tanto, fundamentalmente dependiente del medioambiente y un impulsor principal de los impactos ambientales.

 

Según el doctor Francisco Ascui, «el sector agrícola está en la primera línea en términos de impactos y dependencias en el medioambiente. Los agricultores son custodios clave de nuestro suelo, agua y biodiversidad y dependen de estos recursos para su subsistencia, por lo que las entidades crediticias deben reconocer y recompensar las prácticas agrícolas más sostenibles. Este nuevo enfoque de la evaluación del riesgo crediticio del capital natural es solo un primer paso: el desafío estará en su implementación. Este es un viaje que tenemos que comenzar, si queremos tener alguna esperanza de lograr una agricultura verdaderamente sostenible».

 

Por su parte, Anders Nordheim, líder del Programa de Ecosistemas y Uso Sostenible de la Tierra de la Iniciativa para Instituciones Financieras del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (UNEP-FI), defiende que «la agricultura y su capacidad futura para proporcionar un suministro de alimentos estable frente a la aceleración del cambio ambiental es una preocupación para muchas instituciones financieras. El trabajo previo en esta área ha proporcionado evidencia anecdótica de los riesgos de los activos y de la cartera, pero solo ahora podemos construir marcos sólidos e información consistente que permita el análisis para respaldar las decisiones estratégicas. Este nuevo enfoque es una contribución clave».

 

Fuente: UNEP-FI.

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