10 áreas clave para que el G7 priorice esfuerzos para frenar y revertir la pérdida biodiversidad

La OCDE presenta en un informe reciente argumentos económicos y empresariales para motivar a los países a realizar una acción urgente y ambiciosa que favorezca la lucha contra la pérdida de biodiversidad. El documento recoge una evaluación preliminar de los flujos actuales relacionados con la diversidad biológica, y analiza brechas clave de datos e indicadores que deben abordarse para apoyar un monitoreo eficaz, tanto de las presiones sobre la biodiversidad como de las acciones (es decir, las respuestas) que se están implementando. Por último, propone 10 áreas prioritarias en las que el G7 y otros países pueden priorizar sus esfuerzos.

 

La Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica de las Partes de 2020 (CDB COP 15) marca un momento crítico para uno de los retos globales de nuestro tiempo: la pérdida de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos que sustentan casi la totalidad de los objetivos del desarrollo sostenible. 

Son necesarios cambios transformadores para garantizar la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, así como la prestación de los servicios ecosistémicos de los que depende toda la vida.

Con motivo del encuentro de los ministros de Medio Ambiente del G7 mantenido a principios de mayo, la Presidencia de Francia encargó a los expertos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) la elaboración de un informe que ofreciera una vision global sobre la situación del mundo ante estos desafíos a escala planetaria. La publicación lleva por título Biodiversity: Finance and the Economic and Business Case for Action (Biodiversidad: Finanzas y los argumentos económicos y empresariales para motivar la acción).

Entre otros datos destacados, el documento subraya que el coste de la inacción para abordar la pérdida de biodiversidad es muy elevado. De hecho, «entre 1997 y 2011, el mundo perdió aproximadamente entre 4 y 20 billones de dólares anuales en servicios ecosistémicos, como consecuencia de cambios la cobertura vegetal terrestre y entre 6 y 11 billones de dólares al año por la degradación de la tierra». Ante esto, advierte que «la acción para detener y, posteriormente, revertir la pérdida de biodiversidad debe ampliarse drásticamente y con urgencia. La protección de la biodiversidad es fundamental para lograr la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza y un desarrollo más inclusivo y equitativo».

Existen argumentos de peso para ampliar la acción en favor de la biodiversidad. Los impactos empresariales y las dependencias de la biodiversidad se traducen en riesgos para las empresas y entidades financieras; entre ellos, los riesgos ecológicos asociados a las operaciones; de responsabilidad civil; regulatorios, reputacionales, de mercado y financieros. Reconocer y medir estas dependencias e impactos en la biodiversidad puede ayudar a las empresas y organizaciones financieras a gestionar y prevenir los riesgos relacionados con la biodiversidad, al tiempo que aprovechan nuevas oportunidades de negocio.

El desarrollo de un marco global sobre la biodiversidad pos2020 en la 15.ª reunión de la Conferencia de las Partes (COP15) del CDB en Kunming (China) representa una oportunidad crucial para hacer frente a este desafío. El marco global debe ayudar a lograr cambios transformadores en los objetivos nacionales, las políticas y las acciones necesarias para evitar la pérdida de biodiversidad y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Dada la urgente necesidad de una acción para impulsar la biodiversidad, el liderazgo del G7 en este ámbito durante el periodo previo y posterior a la COP15 es de vital importancia.

Biodiversity: Finance and the Economic and Business Case for Action respalda dichos esfuerzos al establecer argumentos económicos y empresariales para que tanto los países del G7 como otras naciones tomen medidas urgentes y ambiciosas para detener y revertir la pérdida global de biodiversidad.

Además, presenta una evaluación preliminar de los flujos actuales de financiación relacionados con la biodiversidad y analiza las brechas clave de datos y métricas que deben abordarse para un monitoreo eficaz tanto de las presiones sobre la biodiversidad como de las acciones (es decir, las respuestas) que se están implementando.

Entre las brechas destacables en material de datos, caben destacar las siguientes:

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Por último, el documento finaliza con la propuesta de 10 áreas prioritarias en las que el G7 y otros países pueden priorizar sus esfuerzos para frenar y revertir la pérdida de biodiversidad.

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Fuente: OCDE.

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