El enfoque de capital natural ayuda a las organizaciones de cualquier industria a comprender, medir y valorar sus impactos y dependencias del propio capital natural. Este enfoque busca integrar las consideraciones de la naturaleza en la toma de decisiones económicas y empresariales.
Su aplicación permite conocer tanto los efectos positivos como negativos que una empresa tiene sobre la naturaleza y cómo depende de ella para sus operaciones. Mediante la cuantificación en términos cualitativos, cuantitativos y monetarios de estos impactos y dependencias, las organizaciones pueden obtener una visión clara y detallada de su relación con el entorno natural, lo que es fundamental para la gestión sostenible.
La integración de esta información en la toma de decisiones estratégicas y operativas no solo promueve una gestión más responsable y resiliente, sino que también ofrece beneficios tangibles para las empresas. Al adoptar el enfoque de capital natural, las organizaciones pueden identificar oportunidades para reducir costes, mejorar la eficiencia y descubrir nuevas fuentes de valor a través de prácticas sostenibles.
Este enfoque sistémico, que reconoce la interconexión entre el capital natural, social y humano, ayuda a las empresas a gestionar riesgos, fortalecer su reputación y cumplir con las expectativas de los grupos de interés, al tiempo que contribuyen a la sostenibilidad ambiental y social.